¿Qué es una quiropodia?
La quiropodia es uno de los tratamientos más comunes dentro de la podología, está enfocado a tratar alteraciones de la piel y de las uñas, a mantener una buena salud de los pies. Además, nos permite detectar de forma precoz cualquier alteración para prevenir futuras patologías y dolencias.
Incluye:
- Corte y fresado de uñas terapéutico
- Deslaminación y tratamiento de callosidades
- Deslaminado y fresado de talones
- Tratamiento de grietas en los talones
- Cura de pequeñas heridas
- Hidratación del pie
- Revisión general del estado del pie

¿Cuándo necesito una quiropodia?
Cuando haya presencia de:
- Durezas y “ojos de pollo”
- Alteraciones ungueales: uñas engrosadas, cambio de coloración…
- Grietas en los talones
- Hematomas, ampollas, pequeñas heridas…
- Problemas de la piel
- Dolor a nivel de las uñas
¿Cada cuánto?
Se recomienda acudir al menos 1 vez al año, ya que revisamos el estado general del pie evitando que cualquier lesión o patología pueda llegar causar problemas mayores. El podólogo es quién determina cada cuánto se debería acudir a consulta según el caso del paciente.
¿A quién va dirigido?
No hay una edad determinada para realizarse una quiropodia, aunque son los adultos y los ancianos los que acuden con mayor frecuencia, cada vez son más los niños y jóvenes que necesitan de este tratamiento por sufrir de uñas incarnadas, problemas de sudoración, verrugas plantares…
Además, la edad no es el único factor que influye a la hora de determinar cada cuánto se debería realizar una quiropodia, sino que también influye el calzado y la actividad deportiva.